En la vida, es normal enfrentarse a situaciones financieras complicadas. Puede que en algún momento te hayas planteado pedir un préstamo para pagar otras deudas, pero ¿realmente es una buena idea? En Dineo creemos en la importancia de la educación financiera, por eso nos tomamos en serio la tarea de ayudar a los demás a conseguirla. Y en este artículo, te contaremos por qué debes evitar este tipo de situaciones y consejos para el futuro. ¡Descúbrelos!
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El riesgo de endeudarse para pagar deudas
Solicitar un préstamo para cubrir otras deudas puede parecer una solución rápida, pero en la mayoría de los casos, solo evitas el problema y empeoras el futuro. Algunos riesgos que encontrarás son:
El efecto bola de nieve
Si sigues pidiendo dinero prestado para pagar lo que debes, puedes caer en un ciclo de deuda difícil de romper. Con el tiempo, los intereses se acumulan y terminas pagando mucho más de lo que debías inicialmente.
Intereses y comisiones adicionales
Cuando solicitas un nuevo préstamo, tienes que considerar los costes asociados (intereses, comisiones de apertura, seguros, etc.). Esto puede aumentar tu carga financiera en lugar de aliviarla.
El impacto en tu historial crediticio
Si recurres constantemente a los préstamos para cubrir deudas, tu perfil financiero puede verse afectado. Las entidades pueden considerar que tienes un alto riesgo de impago, lo que dificultará acceder a mejores condiciones en el futuro.
Cómo mejorar tu salud financiera sin recurrir a más deudas
La clave para salir de una situación de endeudamiento es mejorar tu salud financiera con una buena planificación. Y estos son los mejores consejos para conseguirlo:
Crea un presupuesto realista y flexible
Llevar un control de tus ingresos y gastos te permitirá entender en qué se va tu dinero y ajustar tu consumo según tus prioridades. Para ello:
- Clasifica tus gastos. Diferencia entre gastos fijos (alquiler, hipoteca, suministros) y variables (ocio, compras, comida fuera de casa).
- Elimina o reduce lo prescindible. Analiza qué gastos puedes reducir o eliminar sin afectar tu calidad de vida.
- Usa aplicaciones de finanzas personales. Herramientas como Fintonic o Mint pueden ayudarte a visualizar mejor tus gastos y ahorros.
Genera ingresos adicionales
Si puedes, busca maneras de aumentar tus ingresos. Algunas opciones incluyen:
- Vender cosas que ya no usas. Ropa, gadgets electrónicos, muebles o cualquier objeto en buen estado puede venderse en plataformas como Cash Converters.
- Ofrecer servicios freelance. Si tienes habilidades en diseño, redacción, traducción, programación o marketing digital, puedes encontrar oportunidades en plataformas como Upwork o Fiverr.
- Aprovechar la economía colaborativa. Desde alquilar una habitación en Airbnb hasta realizar trabajos esporádicos en aplicaciones como TaskRabbit o Glovo.
Evita compras impulsivas y prioriza el ahorro
Muchas veces gastamos sin darnos cuenta en cosas que no necesitamos. Un truco eficaz es aplicar la regla de las 24 horas: antes de comprar algo, espera un día para ver si realmente lo necesitas. Además:
- Prioriza el pago en efectivo o con tarjeta de débito para evitar endeudarte con la tarjeta de crédito.
- Establece un límite de gasto mensual en ocio y compras no esenciales.
- Automatiza el ahorro, transfiriendo una cantidad fija cada mes a una cuenta separada.
Consejos para crear tu fondo de emergencia
Uno de los pilares de una buena salud financiera es contar con un fondo de emergencia que te ayude a afrontar gastos imprevistos sin necesidad de pedir préstamos. Aquí te explicamos cómo construirlo paso a paso:
Define cuánto necesitas ahorrar
Un fondo de emergencia ideal debe cubrir entre 3 y 6 meses de gastos fijos, incluyendo alquiler o hipoteca, alimentación, suministros, transporte y otros compromisos financieros. Si tu situación es más inestable (autónomos o empleo temporal), lo ideal es ahorrar hasta 12 meses.
Establece una meta alcanzable
Si ahorrar varios meses de gastos parece imposible, divide el objetivo en pequeñas metas. Por ejemplo:
- Ahorrar 100€ al mes durante un año te dará un fondo de 1.200€.
- Si puedes destinar un 10% de tu salario, ajusta la cantidad según tu capacidad.
Automatiza el proceso
No dejes el ahorro al azar. Lo mejor es configurar una transferencia automática cada mes a una cuenta separada, de modo que se convierta en un hábito y no en una decisión mensual.
Reduce gastos innecesarios y redirígelos al ahorro
Revisa tus suscripciones, compra de forma más consciente y ajusta gastos variables. Si gastas 50€ menos al mes en ocio, puedes redirigir ese dinero a tu fondo de emergencia sin afectar demasiado tu calidad de vida.
Elige la cuenta adecuada
No guardes el fondo en tu cuenta corriente habitual, ya que será más fácil gastarlo. Usa una cuenta de ahorro con disponibilidad inmediata pero que te genere algún rendimiento, como las cuentas remuneradas sin comisiones.
Úsalo solo en emergencias reales
Tu fondo de emergencia no es para vacaciones ni compras impulsivas. Solo úsalo para situaciones imprevistas como:
- Reparaciones del coche o averías en casa.
- Gastos médicos inesperados.
- Pérdida de empleo o reducción de ingresos.