Hacer una vivienda más sostenible resulta beneficioso tanto para el medio ambiente como para tu bolsillo. En este artículo te daremos algunas claves para que lo consigas. Además, descubrirás un producto financiero que puede ayudarte a disfrutar de sus ventajas.
Cómo lograr una mayor sostenibilidad
El cambio climático es un problema cada vez más real. El aumento de las temperaturas y los inviernos cada vez más imprevisibles hacen necesarios algunos cambios en la construcción de las viviendas. Afrontarlos con las mayores garantías te ayudará a ahorrar dinero mes a mes en la climatización, uno de los mayores gastos de cualquier hogar.
Mejora del aislamiento
A la hora de mejorar la eficiencia, un punto fundamental consiste en reducir sus necesidades energéticas. Para ello, existen en el mercado novedosas soluciones aislantes que te permitirán disfrutar de una mayor comodidad en cualquier época del año. Tanto el suelo como las ventanas, las puertas y los techos son susceptibles de mejorar su capacidad de aislarte de las temperaturas externas. De hecho, las ventanas son responsables de más del 25% de las pérdidas de calor de tu hogar.
Energías renovables
¿Has visto placas solares en los tejados de tus vecinos? Posiblemente, ya hayan comenzado su transición a una energía más limpia y económica. Su instalación se encuentra subvencionada y ofrecen una vida útil superior a las 3 décadas. Durante ese tiempo, toda la energía que generes en las horas centrales del día será completamente gratis. Durante los meses de verano, lograrás hasta 15 horas de producción máxima. Independizarte de la red eléctrica te hará ahorrar mucho dinero y reducirá drásticamente tu huella de carbono.
Iluminación y electrodomésticos
Si la climatización suponía una parte muy elevada en la factura energética, esta factura se completa con los electrodomésticos y los sistemas de iluminación. Las más modernas bombillas led son capaces de ahorrar hasta un 95% de energía en comparación con las alternativas incandescentes. Además, producen menos calor mientras se encuentran encendidas y su vida útil es mucho más alta. Esta tecnología cada día es más económica y hoy en día cuesta prácticamente lo mismo que cualquier otro sistema.
En lo referente a los electrodomésticos, la Unión Europea ha establecido un etiquetado de eficiencia que te permitirá conocer de un vistazo cuánto ahorro podrás conseguir con cada aparato. Un equipo con certificado A consume la mitad que uno con la etiqueta F. A largo plazo, supone una gran diferencia en gasto de kilovatios/hora.
Aprovecha al máximo tus recursos
La lavadora, el lavavajillas, la nevera o el congelador son ejemplos claros de lo caro que sale desaprovechar los electrodomésticos. Cuando tu nevera o tu congelador se encuentra casi vacío, el aire se escapa rápidamente cada vez que abres sus puertas. Esto hace que el esfuerzo que tienen que realizar para volver a enfriar el aire a la temperatura adecuada sea mucho mayor.
En el caso de la lavadora o del lavavajillas, a pesar de que disponen de programas para funcionar a media carga, desperdician mucha energía si no se llenan. Por eso, es importante que esperes a tener la ropa suficiente para lavar tu ropa. En el caso del lavavajillas, exprimir al máximo cada espacio te ahorrará lavados y, además de electricidad, estarás ahorrando agua. Dos recursos realmente valiosos que debes cuidar.
Tecnologías de climatización más eficientes
Los radiadores eléctricos y las calderas de combustión ya son cosa del pasado. Si de verdad quieres convertir tu vivienda en un lugar más sostenible, es fundamental que cambies a un sistema de aerotermia. Estos sistemas funcionan con la tecnología de los aires acondicionados tradicionales, pero son mucho más versátiles. Puedes instalarlos con suelo radiante o aprovechando tus viejos radiadores de agua. En cualquier caso, por cada kilovatio/hora que consumas estarás generando entre 5 y 6 de frío o de calor.
Además, pueden sustituir a cualquier equipo de agua caliente sanitaria que tuvieses instalado, de modo que simplificarás electrodomésticos. Funcionan bajo cualquier clima y su fiabilidad es muy alta. De hecho, algunos fabricantes ofrecen garantías de hasta 10 años.
Fomenta el reciclaje
La mayoría de los residuos domésticos pueden reciclarse. Instaurar en tu hogar una cultura que fomente la reutilización es un paso más para fomentar la sostenibilidad. Más allá del plástico, el vidrio y el papel, la materia orgánica que generes también puede aprovecharse. El compostaje puede llevarse a cabo en cualquier cubo, incluso si no dispones de jardín. Pasadas unas semanas, lo que antes eran restos de comida se habrá convertido en abono.
Tus viajes al contenedor de basura se harán menos habituales y todo tu entorno se beneficiará de tus acciones. Si tienes macetas o un huerto en el pueblo, tus plantas pronto lucirán más esbeltas y fuertes gracias a los nutrientes que les proporciones.
Aprovecha las hipotecas verdes para tu hogar sostenible
Estos créditos hipotecarios día a día se van ganando un hueco en más hogares. Ofrecen muchas ventajas, ya que te permiten construir desde 0 tu vivienda o reformar la que ya tienes. Todo eso con el beneficio adicional de un tipo de interés más bajo en función de la eficiencia energética que consigas.
El ahorro de los intereses puede compensar la inversión completa que necesitarás para lograr esa eficiencia. Vamos a darte un ejemplo práctico. En una vivienda nueva de 300 000 euros con un interés fijo al 2% durante 25 años, podrías ahorrar 21.500 euros de intereses si el banco bajase el diferencial medio punto. Ese dinero sería suficiente para instalar un sistema de aerotermia y reforzar el aislamiento de muros y techos. Sin duda, una gran oportunidad para mejorar tu vivienda.
Ahora ya sabes cómo hacer tu casa más sostenible. Con una hipoteca verde serás capaz de invertir el dinero en lo que realmente importa y ahorrarás intereses de tu crédito. Busca entidades que ofrezcan este producto para comenzar a disfrutar de las posibilidades que te ofrece.