Las finanzas sostenibles llevan conviviendo con nosotros más de dos décadas, pero todavía queda un largo camino por recorrer. Y una de las pruebas que lo demuestra es que todavía para muchos este es un término desconocido. Sin embargo, ¿qué me dices si te digo que gracias a estas finanzas se podría acabar con la pobreza en el mundo? Vamos a descubrir qué son las finanzas sostenibles y todo lo que tienes que saber acerca de ellas.
Y si quieres saber más sobre economía, esto te interesa:
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¿Qué son las finanzas sostenibles?
Las finanzas sostenibles son aquellas inversiones y estrategias financieras que tienen en cuenta no solo la rentabilidad económica, sino también su impacto en el medioambiente y la sociedad. Este enfoque busca promover un desarrollo económico equitativo y responsable, garantizando que las decisiones financieras contribuyan a la sostenibilidad a largo plazo.
Entre sus pilares destacan los criterios medioambientales, sociales y la gobernanza corporativa. Es decir, son inversiones que minimizan el impacto económico y fomentan la transición hacia unas políticas bajas en carbono. Entre sus iniciativas se incluyen la protección de los derechos laborales, la inserción social y el bienestar de las comunidades.
¿En qué consisten?
A modo de resumen, debes tener en cuenta que las finanzas sostenibles se centran en dos factores principales: el medio ambiente y la sociedad. A través de iniciativas y estrategias financieras, se pretende canalizar recursos hacia proyectos con un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la sociedad. Las finanzas sostenibles son una forma de enfocar tus inversiones con un criterio ético, en el que se tenga en cuenta tanto el medioambiente como la sociedad.
¿Cómo invertir en finanzas sostenibles?
Invertir en finanzas sostenibles es una gran opción para aquellos inversores que quieren sumar tanto a su cartera como al planeta. Para ayudarte a saber por dónde empezar, aquí tienes algunas ideas que te vendrá bien tener en cuenta:
- Fondos de inversión sostenibles. Existen fondos específicos que seleccionan empresas con buenas prácticas ASG. Estos fondos permiten diversificar la inversión en compañías con un fuerte compromiso medioambiental y social.
- Bonos verdes y sociales. Adquirir estos instrumentos ayuda a financiar iniciativas sostenibles con un impacto positivo. Pueden ser emitidos tanto por entidades privadas como por organismos públicos.
- Acciones de empresas responsables. Apostar por compañías que priorizan la sostenibilidad puede generar beneficios económicos y sociales. Cada vez más inversores valoran factores ASG a la hora de construir sus carteras.
- Crowdfunding y microfinanzas. Apoyar proyectos sostenibles mediante plataformas de inversión colaborativa es una opción cada vez más popular, ya que permite participar en iniciativas innovadoras con un impacto tangible.
- Depósitos y cuentas bancarias sostenibles. Algunos bancos ofrecen productos financieros cuyos fondos se destinan exclusivamente a proyectos responsables, como energías renovables o infraestructuras ecológicas.
- ETFs de sostenibilidad. Los Exchange-Traded Funds (ETFs) que se centran en la sostenibilidad permiten a los inversores acceder a carteras diversificadas de empresas con altos estándares ASG.
¿Qué están haciendo las empresas españolas para financiar la Agenda 2030?
Las empresas cada vez son más conscientes de la necesidad de impulsar las finanzas sostenibles dentro de sus estrategias. Es más, un 14% de las empresas españolas ya cuentan con estrategias de finanzas o inversión sostenible. Un número que asciende hasta el 20% entre las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial y al 26% si hablamos solo de grandes empresas.
Si tenemos en cuenta la Agenda 2030, debemos saber que esta establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos. Muchas empresas españolas han asumido un compromiso activo con esta agenda a través de:
- Certificaciones y transparencia. Compañías están adoptando certificaciones como B Corp y participando en índices de sostenibilidad como el Dow Jones Sustainability Index para mejorar su credibilidad y compromiso con la sostenibilidad.
- Emisión de bonos sostenibles. Grandes corporaciones como Iberdrola y BBVA han lanzado bonos verdes para financiar proyectos medioambientales.
- Planes de descarbonización. Empresas como Telefónica y Repsol han implementado estrategias para reducir sus emisiones de carbono.
- Programas de inversión social. Bancos y entidades financieras han creado fondos de impacto para apoyar a pequeñas y medianas empresas con enfoque sostenible.
- Estrategias de economía circular. Compañías del sector textil, automotriz y de bienes de consumo están adoptando modelos de producción sostenibles.
- Transformación energética. Empresas como Endesa y Naturgy han desarrollado proyectos de energías renovables para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
- Financiación de startups sostenibles. Iniciativas como Lanzadera y Wayra están promoviendo startups que desarrollan soluciones innovadoras en el ámbito de la sostenibilidad.
Principales retos de las finanzas sostenibles
A pesar del crecimiento de las finanzas sostenibles, existen desafíos que deben superarse para acelerar su adopción:
- Regulación y estandarización. La falta de criterios unificados dificulta la medición del impacto real de las inversiones sostenibles.
- Greenwashing. Algunas empresas utilizan estrategias de marketing engañosas para aparentar sostenibilidad sin verdaderos compromisos.
- Acceso a financiación para PYMEs. Las pequeñas y medianas empresas tienen dificultades para acceder a fondos sostenibles debido a los requisitos burocráticos y la falta de información sobre estos mecanismos.
- Educación financiera. Aún falta concienciación sobre los beneficios y oportunidades de las inversiones sostenibles, lo que limita la participación de inversores particulares y empresas en este tipo de proyectos.
- Rentabilidad percibida. Algunos inversores creen, erróneamente, que las finanzas sostenibles ofrecen menores retornos que las tradicionales, cuando en realidad pueden proporcionar beneficios a largo plazo.
- Innovación en productos financieros sostenibles. Es necesario desarrollar nuevos instrumentos de inversión que sean atractivos y accesibles para un mayor número de inversores.
- Colaboración público-privada. Para impulsar el crecimiento de las finanzas sostenibles, es clave la cooperación entre gobiernos, empresas y organismos internacionales en la creación de políticas e incentivos adecuados.
Cómo apoyar las finanzas sostenibles
Cada vez hay más personas interesadas en hacer inversiones sostenibles que puedan generar un retorno financiero. La buena noticia es que podemos tomar decisiones económicas empezando por la economía doméstica.
Comprar siempre a granel
Hay muchos alimentos, como los vegetales, frutas, legumbres, lácteos, azúcar, harina e incluso productos de limpieza del hogar como el jabón que se pueden comprar a granel. Por una parte, al comprar la cantidad necesaria evita que se tire producto porque haya caducado o se haya echado a perder. Si no hay despilfarro, estamos minimizando los residuos que generamos y pueden contaminar el planeta. Por otra parte, la mayoría de los productos que se venden a granel tienen envases reutilizables. Podemos guardar el envase y usarlo posteriormente cuando vayamos a comprar el mismo producto de nuevo.
Consumir productos de km 0
Cuanto más cerca se haya creado y confeccionado un producto menos kilómetros habrá tenido que recorrer para que se pueda usar. Por eso es muy interesante apostar por productos locales. Sobre todo cuando se trata del mismo tipo de producto, con las mismas características y prestaciones. Elegir un producto local hará que la huella en el planeta sea mucho inferior que cuando elegimos productos que vienen de otros continentes y han necesitado ser transportados desde lejos.
Consumir de manera responsable
Esto significa usar energías renovables o hacer un buen uso de las no renovables. No siempre es posible elegir o tener el control de qué energía utilizar en nuestros hogares. Por eso, es muy importante hacer un uso moderado y responsable de nuestra forma de consumo. Por ejemplo, empleando bombillas de led en lugar de las convencionales. O instalar en casa sistemas de domótica inteligentes para poder controlar la temperatura de forma equilibrada. Toda inversión dirigida a un consumo más responsable no solo reduce el daño ambiental, sino que también abarata costes. Es decir, estamos generando grandes beneficios a nuestro bolsillo y al medioambiente.
Compras cuanto más verdes mejor
Relacionado con el punto anterior, hay la posibilidad de comprar electrodomésticos más eficientes o coches menos contaminantes. Muchos de estos productos forman parte de programas solidarios en los que se destina un porcentaje de las ganancias para financiar proyectos que ayudan a preservar el medioambiente. Por lo que con este tipo de compras estamos contribuyendo por partida doble en el cuidado del planeta. Y todo gracias a una decisión económica.
En conclusión, es posible contribuir en el cuidado del planeta a través de una mejor gestión de nuestra economía. A menudo puede parecer que lo que es sostenible para el medioambiente no lo es para la economía particular. Pero, como hemos visto, hay muchas formas de contribuir y crear unas finanzas sostenibles tanto para ti como para el medioambiente. En el blog de Dineo puedes encontrar información muy útil para ponerlo en práctica en tu día a día y notar de manera inmediata una evolución positiva en tu situación financiera.