Muchas veces hablamos de créditos y préstamos como si fueran lo mismo, pero esto no es así. Existen importantes diferencias entre crédito y préstamo. La finalidad, los tiempos de amortización, los intereses o la cantidad de dinero recibida y cómo se recibe son algunos de los aspectos que nos permiten distinguir entre ambas opciones de financiación. Hoy vamos a conocer y explicar con detalle cada una de ellas.
Es muy importante conocer las diferencias entre estos dos productos financieros antes de solicitarlos. De lo contrario, puede que nos llevemos alguna que otra sorpresa. Sus características, así como las obligaciones que presentan, son un arma de doble filo que puede provocar problemas si no comprendemos las responsabilidades que conllevan.
Por eso, en este artículo te vamos a contar todo lo que debes saber para saber qué se ajusta mejor a tus necesidades. Y dicho esto, ¡comenzamos!
¿Qué es un crédito?
El crédito o línea de crédito es un producto de financiación cuya característica es que se presta una cantidad de dinero determinada durante un tiempo fijado sin que sea obligatorio usar todo el dinero. De este modo, devolvemos, únicamente lo que utilizamos más los intereses que se generan.
Esta herramienta suele ser utilizada por autónomos, empresas, pero también por familias que necesitan dinero en un momento dado. La flexibilidad es el punto fuerte de los créditos, ya que permite acceder al dinero según las circunstancias.
Veámoslo con un pequeño ejemplo:
Necesito amueblar la habitación de mi hijo, pero no sé cuánto me va a costar, por lo que solicito a una entidad financiera una línea de crédito de 2.000 euros, a devolver en seis meses. Pues bien, la primera compra que haré es por valor de 1.000 euros para adquirir todos los muebles y la cama. Más tarde veo que necesita un poco de decoración y utilizo 250 euros más para cuadros, y otros 50 euros más en sábanas.
En total, he hecho uso de 1.300 euros de los 2.000 que tiene mi crédito, por lo que tendré que devolver esa cantidad, a la que sumamos los intereses del dinero utilizado.
Características de un crédito
A través de este ejemplo podemos conocer cuáles son las características más importantes que presenta un crédito:
- Flexibilidad en el uso: se fija un importe de dinero que se va entregando en función de las necesidades que tengamos. No es necesario utilizar todo el crédito.
- Devolución al final: el tiempo del que se dispone la línea de crédito está previamente fijado. Una vez concluya, se devuelve el dinero que se ha utilizado exclusivamente.
- Intereses sobre lo utilizado: los intereses que se calculan, únicamente, sobre el dinero que se ha hecho uso.
- Renovación del crédito: los créditos, por norma general, se renuevan una vez acabado el plazo, volviendo a contar con las mismas condiciones.
¿Qué es un préstamo?
Por su parte, el préstamo es una cantidad de dinero que el prestamista (entidad o persona que da el dinero) otorga al prestatario (persona que recibe el préstamo). En este caso, las condiciones como el plazo de devolución, los intereses o la cantidad total quedan pactadas de antemano. Y, una vez llegado el acuerdo, la entidad transfiere el dinero íntegro a la cuenta corriente de la persona solicitante.
Volviendo al ejemplo anterior y ya habiendo cerrado mi línea de crédito. La habitación de mi hijo necesita una mesa de estudio. Su valor es de 300 euros, por lo que solicito un préstamo por esa cantidad. Las condiciones que me ponen son la devolución de ese importe en seis meses, en cuotas regulares de 50 euros cada mes, a lo que tengo que sumar los intereses.
En resumen, hago uso de un préstamo para realizar una compra concreta de la que conozco su precio. Durante los próximos seis meses tendré que devolver el dinero según las condiciones pactadas. Otro ejemplo muy claro de préstamo son los que se piden para la compra de un vehículo o el préstamo hipotecario para la casa.
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Características del préstamo
Por tanto, las características principales de un préstamo que podemos extraer de este ejemplo son:
- Condiciones establecidas previamente: la vida del préstamo, así como los plazos de devolución, las cuotas y los intereses son establecidos previamente.
- Cantidad fija: la entidad concede un importe fijo, que será lo que tengamos que devolver más los intereses.
- Vida determinada: la operación concluye una vez devuelto el total del dinero, sin posibilidad de acceder a más dinero.
- Intereses sobre el total: Los intereses que se cobran, más bajos que en un crédito, se calculan sobre el total del dinero prestado.
- Cuotas mensuales: cada mes tendremos que devolver la cuota estipulada hasta cumplir con todos los pagos de amortización.
Diferencias entre crédito y préstamo
Las definiciones y características de ambos productos financieros marcan claramente cuáles son las diferencias entre un crédito y un préstamo. Mientras que el crédito permite disponer de una cantidad de dinero de manera flexible, el préstamo nos concede un importe fijo e invariable. Además, a la hora de devolverlo, éste último se realiza mediante cuotas establecidas previamente, algo que no ocurre en la línea de crédito, pues se devuelve lo usado al final de la vida del crédito.
Por último, cabe destacar que la finalidad con la que se utilizan los créditos es muy diferente a la de los préstamos. Los préstamos son muy útiles para compras determinadas como coches, casas u otros enseres cuyo precio final ya conocemos. Los créditos nos sirven para afrontar compras más abstractas y superar momentos económicos un tanto complicados, cuando la falta de dinero puede hacer mella.
Eso sí, ahora que conocemos las diferencias que existen entre crédito y préstamo, es importante volver a hacer hincapié en la necesidad de conocer ambos productos. La contratación de cualquiera de ellos puede afectar gravemente a nuestra economía personal si no contamos con la educación financiera adecuada y dejarnos en una situación de empobrecimiento grave.