Al desarrollar tu labor profesional puedes dar por hecho que mereces una mejora en tu salario o un aumento de tus beneficios, pero esta situación no ha llegado. Además, negociar los salarios puede parecer una tarea compleja y difícil de afrontar, pero nada más lejos de la realidad. Con la confianza adecuada y la estrategia correcta podrás hacerte valer para obtener lo que mereces en tu trabajo o ante un nuevo empleo.
8 claves para negociar tu salario y conseguir tus metas
Tratar los asuntos económicos puede poner nervioso a cualquier, no en vano tu salario es tu principal sustento. Por lo tanto, es importante tener las cosas claras. Para ello es fundamental intentar ponerse ante todos los escenarios posibles que puede ofrecerte una negociación. Al solicitar un ascenso o aumento lo peor que puede pasar es que te digan que no, así que, porque no intentarlo. Además, tu predisposición y ambición demuestra el interés por mejorar y crecer, quien no va a apreciarlo. Ahora que has decidido ponerte en marcha llega el momento de prepararte.
La situación de la empresa
Lo primero es analizar la situación de la empresa para conocer su capacidad para afrontar tu aumento. Revisa su resultado en el año y el último trimestre. Además, analiza si la tendencia de crecimiento es al alza. Con datos en positivo, la compañía estará más dispuesta a afrontar tus nuevas exigencias salariales.
El mercado laboral
En esta fase de investigación también debes de analizar el mercado laboral en tu sector. Descubre cuando estás pagando a otros profesionales que desarrollan tu misma labor o similar, si tienes más responsabilidades que ellos o el peso de la experiencia en la nómina. Con toda esta información en la mano podrás presentar unos argumentos de peso para solicitar la nueva retribución.
Los motivos por los que quieres negociar tu salario
Prepara los diferentes motivos por los que mereces este cambio. El valor que aportas a la organización es tu principal arma de negociación para hacer valer tu peso en la misma. Además, muestra como te interesa tu trabajo presentando los cursos y formación que hayas desarrollado en paralelo. Por último, céntrate en tu ética y entusiasmo en las tareas para ofrecer una impresión positiva y de valor.
Elige el momento adecuado
El timing es crucial en cualquier negociación salarial. Busca momentos estratégicos, como después de completar un proyecto importante o durante la revisión anual de desempeño. Evita momentos en los que la empresa pueda estar enfrentando dificultades financieras o cuando acabas de iniciar en un nuevo puesto.
Beneficios extra
El salario no es lo único a lo que puedes optar. Existen otra serie de beneficios que pueden resultar útiles para ti y suponer un ahorro en tus gastos. Coche de empresa, gimnasio, guardería o comedor son algunos incentivos que existen en las empresas y cuentan con un coste nulo o mucho más baja para el trabajador. Adquirir este tipo de beneficios puede provocar una subida del dinero disponible sin que aumente el salario.
Ten ambición
Es importante ser realista al negociar tu salario, pero también debes tener ambición. Solicita un aumento que refleje tu valor y el mercado laboral, pero evita pedir cifras excesivamente altas que puedan ser rechazadas. Un rango razonable y justificado aumentará tus posibilidades de éxito.
Prepárate para negociar tu salario
La negociación salarial no siempre será sencilla y puede requerir varias rondas de conversaciones. Prepárate para recibir una contrapropuesta y estar dispuesto a negociar. Mantén una mente abierta y busca un punto medio que sea beneficioso tanto para ti como para la empresa.
Finalización en positivo
Con independencia del resultado es importante terminar la reunión en positivo. En caso de negativa, emplázate para una fecha futura en la que poder abordar el tema. Tras un buen resultado agradece que se valore tu esfuerzo y sal a disfrutar del cambio.
A la espera de la subida salarial
Cuando la negociación haya tenido éxito y la firma esté plasmada, llega el momento de celebrar. La perspectiva del aumento de tus ingresos en el corto plazo puede llevarte a tomar una decisión impulsiva y darte un capricho. Una nueva compra, una salida improvisada o una pequeña escapada de celebración, no dejes escapar la oportunidad, recuerda que vivir es más que trabajar.