La seguridad en internet se ha convertido en una preocupación constante para usuarios y empresas. Uno de los mayores riesgos a los que estamos expuestos es el malware, una amenaza que nos acecha y a la que estamos más expuestos de lo que creemos. Hoy aprenderemos qué es el malware, cómo funciona y de qué manera podemos protegernos. ¡Te lo contamos todo!

Y si quieres saber más acerca de ciberseguridad, esto es para ti:

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Definición de malware

El malware es un término derivado del inglés malicious software (software malicioso), que se refiere a cualquier tipo de programa o código diseñado con la intención de dañar, explotar o infiltrarse en un sistema informático sin el consentimiento del usuario.

Existen diversos tipos de malware, cada uno con un propósito específico, como el robo de información, el secuestro de archivos o la interrupción del funcionamiento normal de un dispositivo. Su propagación puede ocurrir a través de correos electrónicos, sitios web maliciosos, descargas de software infectado y dispositivos USB comprometidos.

¿Cómo funciona el malware?

El malware opera de diversas formas, dependiendo de su tipo y del objetivo del atacante. En general, su funcionamiento sigue estos pasos:

1. Infección del dispositivo. Puede ocurrir a través de la descarga de archivos infectados, la apertura de enlaces maliciosos o la explotación de vulnerabilidades del sistema.
2. Ejecución del código malicioso. Una vez instalado, el malware se activa sin que el usuario lo perciba, ejecutando acciones dañinas en el sistema.
3. Propagación y control remoto. Algunos tipos de malware se propagan a otros dispositivos o permiten a los ciberdelincuentes tomar el control del sistema infectado.
4. Robo, daño o secuestro de datos. El malware puede robar información sensible, cifrar archivos para pedir un rescate o generar fallos en el sistema para inutilizarlo.

¿Por qué los hackers y los ciberdelincuentes usan malware?

Los atacantes utilizan malware con diversos fines, desde obtener beneficios económicos hasta espiar a usuarios y organizaciones. Algunas de las principales razones son:

• Robo de información. El malware puede extraer contraseñas, datos bancarios y documentos personales de las víctimas para ser vendidos en el mercado negro.
• Extorsión y rescate. Algunos cibercriminales usan ransomware para secuestrar archivos y exigir un pago a cambio de su liberación.
• Sabotaje y destrucción de datos. Ciertos tipos de malware están diseñados para inutilizar sistemas informáticos o eliminar datos de forma permanente.
• Espionaje cibernético. Gobiernos y grupos criminales utilizan malware para espiar a individuos, empresas y organizaciones.

Tipos comunes de malware

Existen diversas formas de malware, entre las más comunes destacan:

Virus

Los virus son programas maliciosos que se adhieren a archivos o programas legítimos y se activan cuando el usuario los ejecuta. Una vez activados, pueden replicarse y propagarse a otros archivos del sistema. Los virus suelen ralentizar el rendimiento del equipo y pueden dañar o eliminar archivos.

Gusanos

A diferencia de los virus, los gusanos pueden propagarse sin necesidad de la intervención del usuario. Se replican automáticamente a través de redes, aprovechando vulnerabilidades en los sistemas para infectar múltiples dispositivos. Suelen utilizarse para ataques de denegación de servicio (DDoS) y espionaje masivo.

Troyanos

Los troyanos se disfrazan de software legítimo para engañar a los usuarios y obtener acceso no autorizado a sus dispositivos. Una vez instalados, pueden permitir a los atacantes robar información confidencial, controlar el sistema de forma remota o instalar otros tipos de malware.

Ransomware

Este tipo de malware cifra los archivos del usuario y exige un pago (rescate) para su desbloqueo. A menudo, las víctimas no tienen garantía de que recuperarán sus datos incluso después de pagar. El ransomware se distribuye a través de correos electrónicos de phishing, descargas maliciosas y exploits en sitios web comprometidos.

Ataques de malware famosos

Algunos ataques han marcado la historia de la ciberseguridad:

WannaCry (2017)

Este ransomware se propagó rápidamente a través de una vulnerabilidad en Windows, afectando a más de 200,000 dispositivos en 150 países. Cifraba los archivos del usuario y exigía un pago en bitcoins para liberarlos. Organizaciones como hospitales y grandes empresas fueron gravemente afectadas.

Stuxnet (2010)

Stuxnet fue un gusano informático diseñado para sabotear el programa nuclear de Irán. Fue uno de los primeros malware conocidos con la capacidad de causar daños físicos a infraestructuras industriales, demostrando el potencial del malware en la guerra cibernética.

NotPetya (2017)

Inicialmente identificado como un ransomware, NotPetya resultó ser un wiper, un tipo de malware diseñado para destruir archivos sin posibilidad de recuperación. Se propagó a través de una actualización de software infectada en Ucrania y afectó a multinacionales, causando pérdidas millonarias.

Conficker (2008)

Un gusano que se propagó rápidamente explotando vulnerabilidades en Windows. Infectó millones de computadoras en todo el mundo y creó una botnet de dispositivos zombis capaces de lanzar ataques masivos en internet.

Emotet (2014 – 2021)

Originalmente diseñado como un troyano bancario, Emotet evolucionó para convertirse en una plataforma de distribución de otros malware. Se propagaba a través de correos electrónicos de phishing y causó grandes daños financieros antes de ser desmantelado por fuerzas de seguridad internacionales.

¿Qué hace el malware?

El malware puede:

• Robar información personal y financiera.
• Bloquear archivos y exigir un rescate.
• Monitorear la actividad del usuario.
• Desactivar funciones del sistema.
• Utilizar el dispositivo infectado para atacar a otros equipos.

¿Qué dispositivos pueden verse afectados?

Cualquier dispositivo conectado a internet puede ser objetivo de malware, incluyendo:

• Ordenadores (PC y Mac)
• Smartphones y tabletas
• Smart TVs y dispositivos IoT
• Servidores y redes empresariales

¿Los PC pueden infectarse con malware?

Sí. Los ordenadores con Windows suelen ser el principal objetivo de los atacantes debido a su amplia utilización. Sin embargo, otros sistemas también son vulnerables si no se toman las precauciones adecuadas.

¿Los Mac pueden infectarse con malware?

Aunque los Mac han sido considerados más seguros, también pueden verse afectados por malware. Los atacantes han desarrollado amenazas específicas para macOS en los últimos años.