El PER o Price Earning Ratio es un indicador relevante que relaciona el precio con el beneficio y que es muy utilizado especialmente en las inversiones en bolsa. Gracias a este se puede medir la capacidad de generar beneficios de una empresa y es muy empleado para conocer la valoración de una acción. En este artículo te contaremos todo lo que tienes que saber acerca de él.
Qué es el PER
El PER es el acrónimo de price earning ratio. Se trata de un indicador que establece una comparación entre el precio de una acción y su beneficio neto. Es decir, el número de veces que el beneficio está contenido en el precio de las acciones después de valorar los impuestos. El beneficio por cada acción (BPA) puede obtenerse dividiendo el margen total de una empresa entre el número de acciones que se encuentran en circulación.
Es uno de los múltiplos más utilizados para establecer si el precio de las acciones está caro o barato y así poder comprar entre varias empresas de un mismo sector. Cuanto mayor sea el PER, más altos serán los beneficios netos respecto a su cotización actual.
¿Cómo se calcula el ratio PER?
El PER se calcula dividiendo la capitalización bursátil de una empresa entre su beneficio neto. Se divide el precio de una acción entre el beneficio neto por acción en un periodo dado, como pueden ser los últimos 12 meses. El PER nos dice cuántas veces el inversor está pagando el beneficio de la empresa, es decir, cuántos años tardaría en recuperar su inversión en función de los beneficios que obtiene.
Para hacer esta operación, es necesario que conozcas el beneficio por cada acción (BPA). Posteriormente, lo único que tendrás que hacer será dividir el precio de la acción entre el BPA. El resultado será el PER. Vamos a mostrarte un ejemplo:
- Una empresa cotiza a 15,22 euros y tiene un total de 220 millones de acciones. El año pasado obtuvo unos beneficios de 1500 millones de euros.
- El BPA se obtiene dividiendo 1500 millones entre 220 millones. El resultado es de 6,818 euros.
- El PER se calcula dividiendo 15,22 entre 6,818. El resultado es de 2,23. Por tanto, la acción cotiza a 2,23 veces su BPA.
El ejemplo anterior es muy difícil de ver y se considera una acción infravalorada. Seguramente, exista alguna condición que haga que su precio sea tan bajo, como, por ejemplo, una elevada deuda o problemas financieros que no pueden verse con este indicador. A continuación, explicaremos más a fondo cómo analizar el PER a la hora de invertir.
¿Qué indica un PER alto o bajo?
No existe una cifra exacta que pueda medir con exactitud la idoneidad de una acción. Al contrario, lo que sí puedes hacer es descartar una acción gracias a este ratio.
El número de veces que cotiza una acción sus propios beneficios es algo que varía en función de su mercado. En los mercados europeos, estos números suelen ser más bajos. Sin embargo, en los mercados estadounidenses no es raro llegar a ver cifras de PER superiores a 100.
Niveles superiores a la media
Por norma general, un PER más elevado supone un mayor riesgo. Estarás invirtiendo en una empresa cuyos beneficios no pueden justificar el precio que la gente está pagando por ella. Aquí entran en juego aspectos intangibles como las expectativas de crecimiento futuro. Si los inversores piensan que una empresa va a lanzar un producto revolucionario al mercado, es posible que se inicie una tendencia alcista que sobrepase los niveles normales de PER.
PER más bajo
En estos casos, a corto plazo el riesgo es menor. Sin embargo, como hemos explicado previamente, pueden existir factores subyacentes que hagan que los accionistas no confíen en la acción. Al igual que ocurría en el ejemplo de cifras más elevadas, las expectativas pueden suponer un aspecto clave en este caso. Si los accionistas no confían en que la empresa pueda seguir generando el mismo flujo de caja en el futuro, las acciones podrían desplomarse.
¿Puede haber un PER negativo en bolsa?
Efectivamente. No todas las empresas se encuentran siempre en beneficios. De hecho, en épocas de recesión económica es bastante común que te encuentres con cifras negativas. No es algo preocupante, puesto que puede haber muchos motivos para que una empresa se encuentre en esa situación. En el caso de las grandes corporaciones, es habitual que se mueva parte de su liquidez a una cuenta de provisiones.
Esta cuenta sirve para tener un colchón económico en caso de que la economía no funcione como debería o si se plantea una gran inversión. Las cifras de provisiones se descuentan directamente de los beneficios y, por tanto, también afectan al PER.
No obstante, antes de invertir en una empresa con un PER negativo, es conveniente que hagas un análisis sobre las razones que les han llevado a tener pérdidas.
¿Es el PER el mejor indicador para tu inversión?
Por suerte, a la hora de invertir en bolsa, dispones de muchas soluciones para conocer la situación de las empresas. Sin duda, el PER es de gran ayuda cuando llega el momento de separar el grano de la paja. No obstante, no es el único indicador disponible y tampoco el más adecuado.
Si fuera tan sencillo controlar las finanzas, cualquiera podría hacerse rico comprando y vendiendo acciones. Sin embargo, es necesario un poco de investigación antes de dar con las empresas más adecuadas.
Otros indicadores de utilidad
Una buena ayuda cuando lleves a cabo este análisis antes de invertir es el flujo de caja. Se trata de una cifra completamente válida para que conozcas cuánto dinero está moviendo la empresa en su actividad diaria. Los beneficios, como has podido ver, pueden alterarse ligeramente. El flujo, por el contrario, es más transparente.
Conocer este dato, compararlo con el PER y conocer con detalle dónde está mandando la empresa el dinero que genera te dará una idea de cuánto puede valer la acción en el futuro. Antes de concluir, te vamos a dar un último consejo relacionado con esto. El beneficio empresarial puede derivarse, principalmente, a 2 tareas. Por un lado, se puede reinvertir en el negocio y, por otro, se puede entregar a los accionistas.
Una empresa que destina gran parte de sus beneficios a sus accionistas, difícilmente hará crecer su modelo de negocio. De modo que, por muy bajo que sea el PER, es complicado que las acciones se revaloricen en el futuro.